“La obra se va revelando a medida que avanzas” leí en ‘El arte de crear, una manera de ser’, un libro de Rick Rubin que empecé a principios de año y leo entre tiempos. Caminando al borde del mar, casi al filo de acantilados mediterráneos, me salió decirle a una amiga:
- Creo que tengo que cerrar Saltolab. Escribir algo. No sé, dar cierre más explícito que el fade out que metimos desde que dejamos de tomar clientes y crear posteos.
Volví de Menorca con un plan: hablar con Lu y con Cata para activar el cierre. Y de ahí a hoy, avanzamos y la obra se fue revelando: cambiamos de forma pero seguimos siendo nosotras.
Me gusta hacer de este newsletter un gesto público.
Evoluciona conmigo y está presente en mis pausas y los pasos que doy, entre preguntas que me hago y mensajes que llegan volando desde distintas direcciones y planos.
Seguir hablando de UX Writing el año pasado cuando metí un fade out de la disciplina me dividía. El fade out también coincidió con el fade out que nombré de Saltolab. Lo habrán notado quienes nos seguían desde hace tiempo.
El lab pasó por muchos cambios y para decirlo rápido y fácil: cerramos.
Una mezcla de factor económico y factores personales nos llevaron a aceptar el fin de un ciclo que, de proceso, me llevó 12 meses cocinar.
Cuando se tiene un negocio diseñado para ser pequeño, para no crecer a propósito, siempre hay factor personal y el negocio depende de una. En nuestro caso, de 2: Lu y yo. Nuestra base de clientes en Argentina y nosotras teniendo una vida en euros, en otra franja horaria y con otra temporada climática hacía cada vez más difícil sostener el estar allá y acá a la vez.
También aprendimos a destiempo que las puertas de acá no se abrían de la misma forma que allá. Volábamos mientras armábamos el avión. Y en un momento nos miramos y elegimos aterrizar en medio vuelo. Integrarnos a lo que pasa acá y ahora. “Soltar saltolab nos va a dejar mover acá más fácil”. Y entre nosotras esa salida fue muy cuidada, de apoyo mutuo.
Acá y en ese momento, Lu entró en un equipo alemán como Scrum Master y empezó su carrera de diseño formal estudiando en la UOC. Se metió de lleno en la facilitación de Design Sprints y hackathones, y diseña procesos para optimizar la colaboración y cultivar la creatividad en una empresa de software y mucha ingeniería.
En cambio, yo quise soltar lo digital, las pantallas, las mentorías, el diseño, todo un rato. No me salía volver a dar clases del programa que más disfruté crear ni me salía contar por ahí que soy diseñadora, que tengo mi propia consultora, ni mucho menos conectarme a una reunión de potencial venta y cierre de proyecto nuevo.
No me veía haciéndolo más.
Recién 6 meses después de dejar de diseñar y escribir volví a encontrar el qué, el cómo y el por qué de hacer esto. La cabeza cuando dejás algo atrás te lleva para donde quiere y, entre cosas que me enseñó Lu, creerle menos a lo que dice la cabeza y escuchar más lo que sale del pecho siempre te lleva a lugares más felices.
Conecté con eso: De las últimas consultorías que había liderado me fui con ganas de quedarme a ver cómo se desarrollaba lo que habíamos cocreado. De muchas mentorías me había quedado mirando la trayectoria de otras personas pensando lo lindo que sería seguir acompañándolas. Y de los talleres que di en el lab para personas que querían entrar en UX, vi cómo muchas ahora no solo entraron sino que se convirtieron en nuevas voces referentes de la disciplina.
Es un placer enorme saberme parte de esos caminos. Y el mismo placer me da saber que el mío empezó a trazarse en otras coordenadas.
Me tomé un tiempo para que baje la info y entender cómo contar(me) de una manera clara. La respuesta, como cada vez que hay una traba o fricción en el proceso, la encontré tomando distancia.
12 meses para entender(me) e iterar cómo cuento mi historia.
12 meses para abrir las puertas que quise abrir, y se abrieron.
En febrero entré en una agencia y desde julio soy team lead de un equipo de diseño que, por primera vez, tiene team lead. No me lo esperaba pero encontré un lugar donde seguir haciendo lo que disfrutaba hacer: armar procesos, inspirar y ver crecer a diseñadores, limpiar la cancha, hacer que las cosas pasen, divertirnos en el camino.
También vuelvo a dar clases. Los sábados 14, 21 y 28 de septiembre voy a estar dando “Diseña y lidera procesos UX con soltura”, un mash up de los cursos de facilitación que dábamos en el lab, actualizado con la experiencia que fui triangulando entre empresa de tecnología, consultora de diseño y agencia.
Siembra
En julio del año pasado empecé un proyecto de diseño y caminares y terminó armándose una colaboración entre mujeres haciendo cosas muy power por estos lares: en las salidas hubo yoga, cápsulas de bosques para sembrar, meditaciones y muchos, muchos kilómetros en silencio y conexión.
En Siembra exploramos la relación que tenemos con nuestro cuerpo y cómo esa relación influye directamente en nuestro poder creativo. En la confianza de que soy capaz de crear lo que quiera, porque puedo caminar a donde quiera.
Caminé siempre. Para mí fue un movimiento natural. Mudándome de Ushuaia a Buenos Aires subir al colectivo y meterme en una boca de metro no me causaba rechazo ni angustia, sino una sensación de estar haciendo cosas innecesarias.
La vida pasaba entre una caja y otra. Las aulas de la facultad, cajas. El colectivo al que me subía, otra caja con ruedas. Mi habitación, una caja dentro de la caja que era el departamento compartido con una amiga en una caja de 8 pisos en Arenales y Juncal. Caminar era el movimiento posible, el eco en movimiento de libertades que estaba dispuesta a descubrir.
Invitar a otras personas a caminar en el bosque conmigo se convirtió en un regalo para mis piernas y una forma de ampliar red en Barcelona haciendo cosas distintas. A menos que me expresen lo contrario, voy a compartir miradas y aprendizajes derivados de esas coordenadas también.
Últimas millas del lab
Cerramos el estudio y la academia.
El lab ha sido, entre otras cosas, un proyecto-puente, como decimos con Lu. Y cumplió su ciclo. Dejar ir es una forma de hacer espacio.
Venir a Europa hizo crecer otras ramas de cada una y encontramos desafíos distintos a los que habíamos imaginado en Buenos Aires cuando proyectábamos el laburo con el lab.
Lo mismo pasó con las personas que colaboraban con nosotras. Creció la amistad y cada una avanzó caminos propios que seguimos compartiendo entre viajes, fiestas y alguna call para hablar de los temas que nos siguen interesando.
Paz, Vico, Leo, Aipi, Bian, Cata, Nicki, Valu. Pusieron manos en el barro del lab y les estamos más que agradecidas por eso. Y el resto de ustedes que leen y son la comunidad, son la otra cara del lab y también esto fue gracias a que estuvieron ahí.
A modo práctico, lo que irá pasando:
Entre hoy y el 15 de septiembre estaremos mudando la comunidad de plataforma: pasamos de Slack a Discord, para fomentar el networking online, organizar algún que otro meet and grit y seguir conectados.
La academia seguirá un mes con los cursos publicados, pero ya no pueden comprarse. Si estás dentro de los 6 meses de acceso a un curso, te llegará un mail con el material para que no se te venza ese tiempo y lo puedas consultar en otra plataforma.
Las redes sociales (Instagram, LinkedIn) y el canal de YouTube seguirán públicos porque son gratuitos y el contenido sigue siendo tan evergreen y tan de valor que sigue llegando gente a conectar con nosotras. Además, son buen portfolio para decir que supimos ser community managers, quién sabe.
La web seguro la demos de baja pero dejemos su versión pública en el subdominio de webflow. Lo mismo, a modo portfolio e inspiración y celebre del trabajo que hemos sabido hacer.
Coordenadas es el nombre de un nuevo capítulo en el que quienes estábamos detrás del lab nos ponemos un poco más al frente como marca profesional.
En este nuevo capítulo, con Cata seguimos intercambiando llamadas que duran horas y las usamos como túnel de intersticios de la disciplina y cómo está el escenario allá y acá. Queremos grabar algunas de esas charlas que tenemos y compartirlas a modo podcast. Cada tanto las van a recibir desde esta misma plataforma, en sus mismos mails.
El newsletter en sí será más personal de lo que era y tendrá ecos en temas como el liderazgo, la creatividad y el diseño porque son los contenidos que me siguen interpelando y de los que salen las preguntas que puedo ir respondiéndonos.
Si nada de esto te interesa, no pasa nada. Podés darte de baja en 2 clics y te dejarán de llegar estos correos. Si querés quedarte, adelante, qué hermoso.
Vas a encontrar mis reflexiones sobre el proceso de migración, el trabajo remoto, una vida más coherente entre lo que querés que sea afuera y lo que es adentro, que no es otro viaje de exploración sin fin que da para muchas, varias ediciones.
Y vos, ¿en qué estuviste este último año? Me encantaría leer algunas líneas de tus coordenadas, podés escribirme respondiendo este mismo mail o redactando algo a floren.ferretto@gmail.com
Saludos desde algún lugar del pirineo catalán.
Honrada y feliz de formar parte de tu camino, transatlantic friend 🫂